EL dilema de la felicidad
"Todos los hombres buscan la felicidad. No hay excepciones. Aunque empleen métodos diferentes, todos pretenden el mismo fin. La causa de que unos vayan a la guerra y otros la eviten es el mismo deseo en ambos, visto en perspectivas distintas... Esto es lo que motiva cada acción de cada ser humano, aun de aquellos que se ahorcan." Blaise Pascal: Pascal´s PenséesEs impresionante como todos estamos enlazados en este pequeño mundo, un incendio en una refinería en Arabia Saudita aumenta el precio del petróleo, una caricatura en Dinamarca el año pasado desata una ola de violencia y algunos matan por un dibujo de Mahoma, mientras otros se operan para poder soportarse a si mismos, millones tienen anorexia y muchos otros se mueren por una comida.
¿Tiene lógica esto? ¿Qué tan dispuestos estamos de buscar la felicidad? Herimos, atacamos, nos vengamos, no ayudamos, acusamos, juzgamos y maltratamos a muchas personas en esa búsqueda eterna de la felicidad, numerosas veces lo hacemos sin parpadear o como dicen por ahí “lo hice apropósito inconcientemente”.Ahora, supongamos por un momento que Pascal está en lo cierto, la felicidad motiva cada acción de cada ser humano, nadie quiere ser un infeliz y muchas veces pareciera que eso es lo que Dios tiene sentenciado para nosotros, según lo que se nos ha enseñado:
-Dios no quiere que pienses por ti mismo
-Dios no quiere que bailes
-Dios no quiere que vayas a la fiesta
-Dios quiere que estés todo el tiempo en una iglesia
-Dios quiere esto o aquello.
Está lista de pretensiones se pudiera extender más si así quisiéramos, para algunos Dios y la felicidad son auto excluyentes, es decir, no se compenetran; parte del problema es la definición casi subjetiva de lo que es felicidad y en donde se encuentra. Piensan que con tener una novia se va a resolver el problema y así pasan de pareja en pareja como cuestión de juego porque nadie quiere ser infeliz, simplemente como algo “momentáneo” y no se es lo suficientemente serio para afrontar las emociones y lo más triste de todo es que la felicidad aun espera por aparecer; otra tendencia más arraigada en nosotros es la materialista y por supuesto también el libertinaje. Lamentablemente “Somos criaturas indiferentes que jugamos con la bebida, el sexo, y la ambición cuando se nos ofrece un gozo infinito, como un niño ignorante que quiere continuar jugando en el barro de un pozo porque no es capaz de imaginarse lo que significa pasar unas vacaciones junto al mar. Nos contentamos con demasiado poco."C. S. Lewis, El peso de la Gloria.
Buscamos cosas externas, experiencias y emociones que causan sensación de felicidad, esto me recuerda a las propagandas de mastercard, queremos tapar el sol con un dedo, deseamos retener el agua en nuestras manos, pretendemos tapar el ojo morado con maquillaje. Y la verdad es que nos hemos vuelto insensibles a nosotros mismos, pensamos y actuamos conforme a lo que los demás creen y así quedar bien ante ellos aunque no lo admitamos, cuando realmente lo que estamos haciendo es matar la posibilidad de hacer algo diferente.
Pascal concluye en que "Una vez hubo en el hombre una verdadera felicidad de la que ahora le queda solo la marca y la huella vacía que en vano intenta llenar con todo lo que le rodea, buscando en las cosas ausentes la ayuda que no obtiene de las cosas presentes. Pero no encuentra nada apropiado, porque el abismo infinito solo puede llenarse con un objeto infinito e inmutable, es decir, solo con Dios mismo".
El que busca la felicidad en la basura no se sorprenda que no la consiga, es igual a la persona que tiene dinero pero no tiene amigos, hay cosas más importantes de lo que vemos a simple vista o de lo que dicen los demás que es bueno y es que cada persona tiene la capacidad de encontrar su verdadera felicidad fuera de las cosas materiales, no importa que tanto te pisoteen, al final de cuentas seguirás siendo tu. Puede que te abandonen y te traicionen por no pensar igual que los demás pero de qué más está hecho este mundo, la felicidad no depende de los demás, hay que elegir entre amar o ser amado.